A decir verdad, mi familia no tuvo gran problema con su economía, gracias a dios, tuvieron lo necesario para vivir bien.
El abuelo de mi padre, mi bisabuelo, siempre iba con mi padre y decía que había que llevar una navaja, una cuerda y un saco.
Se iban al campo y a veces cogían piñas, almendras; otras veces plantas comestibles, setas, champiñones etc. y en ocasiones iban de pesca. El caso era volver siempre a casa con el saco lleno de comida.
Eso, y con un pequeño sueldo, pasaron sus vidas y su infancia, sanos y felices, lo justo y necesario para vivir bien.
Una de las famosas frases de mi bisabuelo, en la que estoy de acuerdo con él, era:
“No gastes nunca la última moneda, así, siempre te quedará algo de dinero”
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