Pequeños, todos tan pequeños. Siempre despreocupados, tan energéticos y alegres. Son ellos lo que te llena de satisfasción todas las mañanas solo con oir esas risitas. Son niños. Se hace curioso cómo sería su ideología, es como si vivieran en otro mundo dentro del nuestro, sin embargo, también tienen sentimientos, aun así, la mayoría son solo caprichos y hay que educarles y enseñarles todo nuestra sociedad y democracia. Cómo ser autónomos y valerse por ellos mismos. Aunque aun son muy pequeños y algunos padres los crían a cotrarreloj, hay que dejarles crecer, apreder de sus errores,tienen que reir, jugar, gritar, divertirse, ser niño. Ya habrá momento para preocuparse, ya habrá momento para agobiarse, ya habrá momento para todo. Ahora, que vivan su infancia, luego estará marcada para siempre.
Ser anormal, algo fuera de lo común, ser especial, vivir el momento, ellos lo hacen. Deberíamos tenerlos como ejemplo, no con tantas fobias, no con tantas desmotivaciones, no con tantas tonterías. No seamos ilógicos y no nos torturemos tanto, seamos felices en este momento. Sigamos sus normas, la norma de no haber ninguna norma, seamos niños.
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